jueves, 11 de abril de 2013

Memorias Bajo Tierra 5: Tributos: Honor, sólo a quien honor merece




Tributos: Honor, sólo a quien honor merece

Cuando una banda recibe el calificativo de legendaria, es porque ha marcado a una generación, un estilo musical o ha dejado un impacto mayor a la suma de sus partes en quienes la han escuchado. Además apocopes como "legendario", "influyente" o "imprescindible", no se obtienen por voluntad de unos pocos, ni con solo desearlo; no, estos vienen ganados por el sudor, el talento, el trabajo en estudio y sobre el escenario.

Por esto, cuando se trata de hacer un homenaje, esta palabra implica hacer honores a quien pueda merecerlos y para esto en música, debes haber tocado muchos corazones, vendido muchos discos, afectado muchas vidas y llenado muchos conciertos. De allí que en esta reciente ola de "tributos" más de una vez me he quedado rascándome la barbilla y con una ceja levantada en extrañeza por la selección de los homenajeados.

Agrupaciones demasiado recientes como para haber marcado a una generación diferente a la actual, con poco recorrido y apenas uno o dos singles conocidos ahora son motivo de este reconocimiento. No me entiendan mal, hacer covers es tan viejo como el tiempo, es como muchas bandas se acoplan, se dan a conocer o ganan dinero en locales nocturnos y no seré yo quien se levante contra esto; pero hacer tributos, es decir, relatar la historia musical de una agrupación, su importancia y la huella que han dejado en su público desde un escenario es otra cosa.

Me cuesta trabajo aceptar que un grupo con solamente un puñado de años en el ojo público, por mucho éxito que hayan tenido, tenga la valía a nivel generacional para convertirse en un referente tan grande que merezca un show cubriendo sus canciones más importantes ¿Cuántas pueden ser? ¿Llenarían un set completo? Además,  una de las razones para que un grupo se vuelva leyenda es que al menos un par de generaciones hayan pasado como para que les dé tiempo de ser recordada, o al menos recordar sus inicios, que los rockeros más jóvenes puedan redescubrirlos o que se conviertan en ese valor que se transmite poniéndole a un pana más joven el disco de ese grupo que llevarás contigo siempre.

Por eso insisto, una cosa es montarse a hacer versiones, cancioncitas fáciles que todo el mundo conoce, que son chéveres pero ya, se montan como suenan en el disco para que la gente las reconozca de una y son perfectas para un viernes taguarero mientras con los panas y unas frías. Pero un tributo es algo más, es alma, es pasión por esa banda, es como decía un amigo “el orgullo del fanático” ese que te hincha el pecho de conocer alguna de las canciones más “obscuras” o menos conocidas, o que te deja un poco molesto esperando esa canción que querías que tocaran y nunca llegó.

Si lo que buscan es montar una banda de covers con temas de la radio, para poner full un sitio nocturno y meterte algo de plata, pues genial mi pana, hágalo y me invita para tomarme unas poquitas y usarlos de música de fondo mientras la paso bien con mis amigos; pero si vas a montar un tributo a una banda que se lo merezca, una de esas que te aceleran el corazón, te traen recuerdos, te sacan un grito o hasta una lágrima, pues en ese caso me invitas y voy más rápido, pero voy a corear los temas, voy a vivir una experiencia, voy a rendirle “honores” y un “tributo” a una banda que se lo merece.

Nos leemos la que viene...

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