jueves, 4 de abril de 2013

Memorias Bajo Tierra 4: Metal Zulia



Metal Zulia


El estado Zulia siempre ha sido caldo de cultivo para los estilos más pesados de la escala rockera, la variedad y calidad de la producción metalera zuliana es reconocida en todo el país y fuera de nuestras fronteras.

El metal siempre ha sido uno de los puntos fuertes en el menú local, y recorre toda la gama sonora desde lo melódico a lo extremo, cuando las agrupaciones zulianas deciden pisar la distorsión y acelerar los tiempos de la batería, es entonces cuando mucho de lo mejor que ha dado este estado en el tema rock, sale a la luz.

Bandas del heavy más tradicional o del power metal mas melódico han tenido por hogar el calor del Zulia, y ese mismo calor, no ha sido nunca impedimento para desarrollar el sonido de influencias nórdicas y europeas que muchos de estos géneros requieren; y a pesar que las letras de dioses vikingos, dragones y espadas no parecieran encajar con nuestra idiosincrasia, igual han logrado calar tanto entre los músicos como con el público.

Por otro lado, el metal alternativo demuestra capacidades creativas y una originalidad sin par cuando lleva la etiqueta de hecho aquí, ya sea cantado en inglés o español, desde Maracaibo o la Costa Oriental, las propuestas se han mostrado contundentes y exitosas, dando origen a una evolución en el estilo que llega hasta nuestros días.

También, las tendencias más extremas germinaron a cuarenta y tantos grados de temperatura, más rápido, más fuerte, más distorsionado, más pesado, esa parece ser la consigna de los headbangers del lugar, que se enorgullecen de su historia, de su evolución y de la movida que han creado.

Asimismo, sub géneros como el thrash, el groove, el speed y otros, con una carga agresiva muy alta e intensa han ajustado como hecha a la medida con la forma del ser del zuliano, eso sin nombrar a uno de los estilos que más se ha tocado en las tarimas locales y con el mayor éxito, el hardcore (o hardcore metal) frenético, violento, con letras sociales muy marcadas y una inclinación por la protesta social que bien podría ser herencia de los viejos gaiteros y juglares de esta tierra.

Y es que por hacer rock, no quiere decir que la zulianidad se haya dejado de lado, en realidad, el regionalismo es una gran bandera que se lleva en la letra, en las experiencias y en la manera de hacer música, me atrevería a decir que en metalero maracucho, y zuliano en general, guarda estrecha relación en su forma de ser, de ver la vida, de enorgullecerse e indignarse, con el resto de los artistas autóctonos y representativos de nuestra región.

Los mismos metaleros, han creado su propia serie de códigos y elementos propios de un habla coloquial y muy nuestra, donde el mosh pit se convierte en “la olla”, los indeseables son los “chorometal” y el “tupá-tupá” es la onomatopeya de un ritmo de batería a gran velocidad.

Desde las bandas iniciadoras, las que crearon una plataforma, hasta las que ahora se juegan la piel en el escenario a base de sudor, volumen y agresividad pura y todas las que han grabado alguna de las piezas más impresionantes de este movimiento, al público fiel que levantando índice y meñique desde un puño cerrado y moviendo las cabezas dan fe de la vigencia de un movimiento contracultural que cada día crece y se establece bajo el calor y el sol de la región.

Nos leemos la que viene...

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